La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica (es decir, puede transmitirse también al ser humano) causada por un protozoo del género Leishmania spp., la Leishmania infantum. Este parásito se introduce en el organismo del animal a través de la picadura de un mosquito hembra, que se posa sobre éste para ingerir sangre y poder madurar sus huevos. En la actualidad, la leishmania es endémica en 98 países de todo el mundo incluyendo España, con mayor prevalencia en el sur. Esta enfermedad puede manifestarse tanto sin síntomas como con múltiples signos inespecíficos que pueden llevar a la muerte del animal.
Los síntomas son caída de pelo, aparición de heridas en la piel, crecimiento excesivo de uñas , pérdida de peso en poco tiempo, puede perder el apetito, inflamación de los ganglios linfáticos, si ves cualquiera de estos síntomas en tu perro acude a la clínica para realizar un diagnóstico.
Existen diferentes medidas preventivas que se pueden llevar a cabo conjuntamente para proteger a tu perro de la leishmania.
Siendo la mayor prevención la vacuna que actuará como protección preparando a las defensas del organismo en caso de contraer la enfermedad, reduciendo su riesgo. Otras recomendaciones para reducir el contacto con este protozoo pueden ser el uso de antiparasitarios externos como collares y pipetas, evitar la exposición en las horas de mayor actividad del mosquito (amanecer y ocaso), evitar zonas húmedas, calurosas y de agua estancada, y por supuesto, una visita rutinaria al veterinario.